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Los 10 Mitos Más Comunes sobre las ARL en Colombia

La ARL sólo beneficia a la empresa, no al empleado

Es una creencia común pensar que la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) está diseñada para favorecer solamente a las entidades empleadoras. Esta idea se sustenta en la percepción de que las ARL enfocan sus esfuerzos en mantener bajos los índices de siniestralidad para evitar costos adicionales a las empresas, lo que podría interpretarse como un beneficio directo a las finanzas corporativas antes que a la salud y bienestar de los trabajadores.

Sin embargo, es importante analizar el papel que juegan las ARL en el ámbito de la seguridad y la salud en el trabajo. Las ARL tienen la responsabilidad de asesorar y asistir tanto a empleadores como a empleados en la implementación de medidas preventivas y en la gestión de riesgos, lo cual incluye la capacitación y el suministro de elementos de protección personal, acciones que tienen un impacto directo en la seguridad del trabajador.

Además, en el caso de un accidente o enfermedad laboral, la ARL se encarga de la cobertura de los servicios asistenciales y de rehabilitación del empleado. Este es un beneficio tangible para el empleado, ya que asegura la atención médica necesaria y el acompañamiento durante el proceso de recuperación, sin generar costos adicionales que deban ser asumidos por el mismo trabajador.

No obstante, persiste la cuestión sobre la eficacia y eficiencia de la respuesta por parte de las ARL ante incidentes laborales. Se plantea si en la práctica las ARL actúan con la diligencia requerida y si los procesos son realmente ágiles y orientados a maximizar el beneficio al empleado. La satisfacción del trabajador con el servicio prestado y la percepción de su utilidad son factores clave para desestimar el mito de que las ARL únicamente benefician a la empresa.

Las enfermedades comunes son cubiertas por la ARL

En Colombia, se ha establecido un sistema de protección para los trabajadores conocido como las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), que busca amparar a los empleados en caso de que sufran alguna contingencia derivada de su labor. Es importante saber que, aunque el enfoque principal de las ARL es atender accidentes de trabajo y enfermedades laborales, hay situaciones especiales en las que enfermedades comunes o de origen no profesional podrían ser cubiertas bajo ciertas condiciones.

Normalmente, las enfermedades que no son contraídas como resultado directo de la actividad laboral son atendidas por el sistema de salud general. Sin embargo, cuando un trabajador está en una incapacidad temporal y la enfermedad común impide que desarrolle sus labores habituales, la ARL puede intervenir. Esto sucede en casos donde la enfermedad común acarrea una urgencia médica que amerite apoyo de la ARL mientras el empleado se recupera para poder retornar a sus funciones laborales.

Es fundamental que los trabajadores estén informados sobre sus derechos y deberes en relación con la cobertura que ofrece la ARL. Mientras que la cobertura habitual incluye enfermedades claramente relacionadas con el oficio o el entorno laboral, en algunos casos excepcionales la línea entre una enfermedad laboral y una enfermedad común puede ser difusa. En estos momentos, la asesoría legal y médica es clave para determinar la pertinencia de la cobertura de la ARL frente a una enfermedad específica.